No puede ser,
no será,
nunca fue.
Pero sus bocas olvidaron la razón,
querían besar y besan,
da igual lo que digan ellos,
o el mañana con sus portadas de periódicos,
o el ayer con sus estanterías repletas.
Se besan desafiando las horas,
los autobuses, los cumplidos,
unas bocas que sólo piensan en sí,
no quieren fórmulas ni formatos,
desoyen cualquier voz templada.
No puede ser,
no será,
nunca fue.
Pero seguían besándose,
por los Ateneos, por las plazas mayores,
por las escaleras, por los parterres,
por los escenarios, aquellas bocas
se habían acostumbrado a su envés.
Y se besan, hojas en blanco,
no les importa la caligrafía, los logaritmos,
las reglas de las Academias,
simplemente se besan, carne revivida,
sin más posibilidad de actuación
que besar y ser besado,
dulcemente entonces pudiera ser que sea,
que hubiera sido.
una maravilla , sin lugar a dudas , me gusta mucho si señor …preciosa
un abrazo
Esta si me gusta!!
q bonita, cuanto amor, aunque sea momentaneo….
Tomás, hoy te encuentro. Y te encuentro poeta. Maravillas salen de tu enorme corazón, aun recuerdo tus lágrimas cuando nuestros caminos se separaron. No podía ser de otro modo viniendo de un corazón tan grande. Me vienen recuerdos de infancia…tu padre enseñándonos a nadar en aquella playa gigante, a montar en bicicleta, aquellas tardes de fin de semana donde no existía el aburrimiento, esa conexión que teníamos….no quiero molestarte, de hecho sólo puedo pedirte perdón. Por tantas cosas, a veces ajenas a nosotros mismos. Yo sólo puedo quedarme con lo bonito, quizá fuera aquello que llaman primer amor. Ha pasado demasiado tiempo, pero te recuerdo.
Elena