La medianoche de las alimañas

Salen de noche por los callejones
buscando los burladeros, el estaño
de las barras, llevan ojos de desengaño
por los mentideros de las palabras.

Alimañas de medianoche de medio pelo,
de medias tintas, de botella medio vacía
pero de luna llena a rebosar.
Alimañas con la mueca y la sorna de la guitarra,
el vino fino, las picas pardas,
¡mira cómo centellean y se duelen las alimañas!.

Alguna lleva el arte doblado de blanco
y oro, relojes de plata que no funcionan
a la hora de partir, sombreros y abanicos,
cucarachas en el bolsillo, vísceras de plástico
en vasos anchos de cristal de bohemia.

Se retuercen al amanecer:
absurdas, cobardes, maravillosas,
te observan con pena y alegría de pena,
oh abandonado…
oh mísero de mi…
arenal de Sevilla y olé.

Mi voz de secano brinda por las alimañas,
por lo que fui y no saber lo que soy
pero seré mañana,
cuando todo acabe y la luz del día
venga con sus estacas, con sus protectores
de estómago, su agua y su resaca.

Para la noche que a esta invito yo,
amigo soy de mis alimañas.

Be Sociable, Share!
Esta entrada fue publicada en Poesía, Poesías recientes. Guarda el enlace permanente.

Una Respuesta a La medianoche de las alimañas

  1. Nuria dijo:

    Y acabo de descubrir este blog… Me lo voy a aprender de memoria, artista!

Deja un comentario