No me escucharás ya con mi voz de niño,
ni saldrán mis besos al patio desatados
buscando la comba o tu mano fría,
ya no jugarán al escondite los ojos,
se confundirán tus canicas de porcelana
con la madera de mis peonzas.
Llueve, los niños no van a salir.
En el vaho de las ventanas
trazábamos los nombres en mayúsculas,
no nos dábamos cuenta que desde fuera
la lluvia los ve del revés,
ingenuos ingenios que aprendimos
de la profesora de literatura
que nunca dejaba de mirar el reloj.
Llueve, los charcos gritan a los niños.
Tu corro alegre ya no jugará por mi cuello,
ni coincidiré contigo en la pizarra
ni afilaremos nuestros lápices viejos,
esos que escriben palabras delebles.
Cara a la pared, el gris azulejo de mi infancia,
no aprendí la lección de matemáticas,
me venían siempre las poesías a incordiar….
Llueve, otra vez mirando al patio desde mi escritorio.
.
Maravillosa, como todo lo que escribes, con sentimiento profundo.
Puede llover mucho y estar todo empapado, pero te aseguro que el sol saldrá y brillará y en las gotas de la lluvía caída se verá el arco iris.
Muy linda.Todos hemos vivido algo así… se llama NOSTALGIA
Bss.
Buscando poemas con este tema, tope con tu pagina. Espero que no te moleste que lo comparta en tu nombre, esta noche en el Cafe Literario.
Me hubiese gustado tener mas datos biográficos para pasarselos a la gente del grupo al que pertenezco.
El blog es gruptardesdelabibliotecasarmiento.blogspot.com por si quieres participar a la distancia del tema que toque ese jueves.
Nos vemos.