Tu pañuelo

Se lo llevará el viento del sur al norte,
cada peña afilada dictará su sentencia,
lo zarandearán hasta que sus jirones aparezcan
mientras lo condenan a muerte las veletas.

Detrás, una turba de flores irá
celebrando su muerte en cortejo,
su evaporación por los siglos,
por las calles solitarias de París,
maldito ya su recuerdo y su telar.

Y tu cuello por fin al aire,
tu ternura oreada se iza en su albor,
recién esculpido de nubes y humo, libre,
esperando a que mi amor lo huela en esa libertad.

Be Sociable, Share!
Esta entrada fue publicada en Poesía, Poesías recientes. Guarda el enlace permanente.