Si es hoy martes y trece y primavera
y soy un gato negro, un espejo roto,
un salero derrumbado y remoto,
un amor que traspasa la escalera.
Brindo con agua, ardiente, montera
boca arriba, a menudo boquirroto
por la vida, con voz pero sin voto,
antes pelirrojo y ahora calavera.
Amarillo soy en el escenario,
un trébol casi seco de dos hojas,
la línea pisada en tus baldosas.
Soy ese gafe del diccionario,
y aun así te quiero con paradojas,
cruzando los dedos, entre otras cosas.
.