No me iré de la tarde si no es contigo,
y me duelen los ojos de no verte
mientras espero la noche y tu boca,
mientras deseo que lo cierres todo
y se dividan las calles
y se me olviden las penas.
Mira como huye el sol
sin competir contigo,
ahora que sabe que los días
son el látigo de tu sombra,
que sabe que eres un amor
siempre a punto de quebrar.
La noche se destapa
en azul milagro
mientras te espero,
escondido en los biombos,
transformado en gato negro
que pardea al verte
y maúlla su verso ronco.
Mira lo que soy ahora
que ha sacudido el atardecer mi orgullo,
que tengo miedo de tu sombra
tan oscura y larga y mía.
No me iré de la noche sin tu boca,
sin que atrapes a mi beso en emboscada,
me quedo en la trinchera a besarte
y a morir y a besarte muerto de nuevo.
.